Las manos frías juntan sentimientos
en voces alumbradas por un sino
locura del misterio el destino
haciendo revivir los pensamientos.
Silente y con tus ojos a los vientos
que mueven a un cometa peregrino
recorres los pasillos del camino
en busca de respuesta al nacimiento.
Andrómeda recibe la visita
jurada con el sello de tu verbo
a Dios en un altar cosmopolita.
Con Sirio reflejando un espíritu
el Cosmos colmará de luz tu acervo:
¡Nacer es el silencio de la muerte!