103. MISIVA IRREVERENTE(*) (Antipoesía)
(Del libro "Consentidos")
Don Nicanor,
perdone mi osadía
por nombrarlo así
y también por llamarle la atención
por un verso que no es del tono de sus canas
y menos su Nombradía.
Cuando canta
"...la matemática aburre..."
¿No piensa que sus cantarinas aguas
ahogan los niños habitantes de nuestro entorno?
¿No piensa en ella, la Matemática,
la Madre que tuvo en su vientre
su lógica, su lenguaje
y más aún los parió
para su mejor deleite?
Si no es así
perdone mi osadía.
Preguntará quién soy
y le responderé:
No importa, pues sólo soy
una tosca y mal formada arenilla
desencajada de la tierra por mis infantiles manos,
para irreverentemente llegar volando
a herir sus profundos ojos (así lo espero)
y producirle lágrimas que rieguen sus arrugas
y laven la ofensa
en el Tiempo y en el Espacio,
a su Literaria y Formadora Madre,
que también es la mía.
Si no es así
perdone mi osadía
y también mi corazón
por decir malamente lo que piensa.
(*) Este texto se lo envié a Don Nicanor como parte de la siguiente misiva:
Don Nicanor:
Me pisó los callos
y me dolió.
Por ello va ésta.
Atte.
Lionel Henriquez Barrientos.
Valdivia, 06 de Agosto de 1991.