Quise expresar mi deseo
buscando con lágrimas tibias
bajo estrellas, mantas y sábanas,
tu luna, tu miel.
Luciérnagas amamantaron mi luz.
Abejas y mariposas volaron
entre mares ríos y raíces.
Rozaron mis retinas,
escuché tu tinta, tu sol.
Pegasos y unicornios
inflamaron mis ojos.
Dragones cabalgaron por embriones
montes y quebradas.
Desde tu costado
olí tu tela, tu amor.
Azahares y amapolas jugaron con ella.
Los niños apagaron sus instintos
entre ovarios y pistilos.
Miré tu río, tus montes.
Reyes y obispos apagaron mi sed
entre naranjas y limoneros.
Viví tu reino, tu paz.
Golondrinas y palomas emprendieron su retorno,
los árboles secretearon a su paso, sobre lluvias y rieles.
Se llevaron tus últimas caricias.