Nacieron camelias, blancas, rojas.
En la tierra buscaban tu nombre,
sus pétalos lo susurraban,
ellas querían adornar tu sonrisa.
Mis manos escucharon canciones
con melodías al viento primaveral.
Miré en ellas tu alma viajera
por constelaciones de armonías.
Eran espejos del sosiego de tu ojos.
¿Tras ellas?
Volabas como mariposa
y te posabas en mis pestañas
acariciando con tu aroma
mis pupilas sedientas
del perfume de tu mirada.
¿Cómo no tomarlas para ti , amor?