I
Entre vibraciones seculares
con ritmo de silencio,
junto a sombras que danzaban
con acordes soñadores,
te encontré.
En imágenes
el agua nos mojaba,
volvía a su río,
ese río que cruzaba tu campiña
regaba el árbol que eras tú.
Eramos solitarios
viajando entre libros
para encontrarnos
en el rincón de la habitación.
Reiniciamos el camino
del César, de Napoleón
por entre las canteras
creadoras de la mutante vida
de la Esfinge,
hacia la cita que nos fijó el Hierofante.
Y a la vista de los arenales
encontramos nuestras respuestas.
II
En mi sueño
tus ojos serán los míos,
verás de nuevo
las escenas
de las comedias
de las tragedias,
en el teatro construido
sobre las ruinas de la ciudad
que albergó milenios,
herencia a los hombres modernos.
Pagaremos con monedas,
acuñadas con sonrisas,
al reloj, que en las sombras
mueve sus punteros,
y nos entregará
una silueta
para volver
al hogar
con lágrimas
para reir y llorar.
©lionel